Lo más importante de Valdivia fue que vi dos lobos marinos amándose, sobándose, refregándose. Y fue como un flashback de alguna época feliz, hace tan poco tiempo...
Hubiese querido sobar mi cuerpo contra el de otro ser, para sentir ese calor de amor tan sano y bueno. Y tan feliz :)
Entonces, pensé que el amor es como calor en el alma. Calor y paz, una paz muy honda que da un suelo firme para pisar. Un piso que no se cae jamás.
Y como no encontré videos de frotaciones de lobos de mar en Valdivia, comparto un video de buceo con lobos de mar.
Or buá.
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